18.1.14

El puño borracho de Yuen Woo-ping

Se ha estrenado en las escasas salas cinematográficas que (nos) van quedando 'The Grandmaster', la quintaesencia del lírico manierismo practicado por el sin par hongkonés Wong Kar-wai. La película narra la peripecia vital de Ip Man, padre del Kung-fu moderno y mentor de Bruce Lee, y cuenta con la inestimable colaboración de Yuen Woo-ping, el más excelso coreógrafo de artes marciales audiovisuales del que se tiene noticia, como podrán atestiguar quienes se hayan deleitado con los vuelos, danzas y posturitas de 'Tigre y dragón', la trilogía 'Matrix' o la tarantiniana 'Kill Bill', por citar solo algunos ejemplos de su deslumbrante maestría.


Colgándose de esta percha, Ismael Marinero ha repasado en Metrópoli la influencia ejercida por Woo-ping en el desarrollo del (occidentalizado) cine oriental de mamporros, comenzando por su segunda película como director, que es precisamente la que daba esta sobremesa el avispado canal televisivo que tenían sintonizado en la taberna: 'El mono borracho en el ojo del tigre' (1978). Inequívocamente conocida en el ámbito anglosajón como 'Drunken master', se trata de una disparatada comedia en la que un bisoño Jackie Chan se despacha a gusto repartiendo generosas muestras del 'puño borracho' (zui quan), una técnica marcial que desde su irrupción se ha vuelto omnipresente en la cultura popular, con especial incidencia en el anime y los videojuegos.

Los que aún no hayan tenido el gusto y estén dispuestos a cogerse una borrachera (cinematográfica) de puñetazos y patadas, póngase cómodos y disfruten, que esta sesión corre por cuenta de la casa: