7.5.14

Heretat Mas Tinell Brut Rosé Reserva 2008

Un reciente informe publicado por Global Wine & Spirits barrunta un importante crecimiento de las ventas de espumosos y rosados en los Estados Unidos de América para los próximos años (el doble de lo previsto para el vino en su conjunto) y, aunque en España viajamos aún a remolque de las modas cosmopolitas, lo cierto es que esa tendencia también empieza a dejarse ver entre nosotros. El consumo de vinos espumosos ya no se circunscribe exclusivamente al periodo navideño y el rosado va arañando cuota de mercado poquito a poco, no solo entre el público joven y/o femenino, como sostiene el tópico. Mas, ¿qué pasa con los rosé, esos espumosos rosados que irrumpieron en el circuito doméstico como glamurosos (sub)productos de andar por casa pero que se han hecho un hueco en los corazoncitos de los bebedores más exigentes?

Pues resulta que de todo hay, tanto en la viña del señor como en las viñas del cava y sus sucedáneos, donde se cultivan, entre otras, las cepas de trepat que sirven de materia prima al Brut Rosé Reserva con el que el tabernero ha aplacado hoy mis calores vespertinos, provocados por esta primavera cuasi veraniega que estamos atravesando. El más moderno de los espumosos elaborados en la Heretat Mas Tinell se ha mostrado, desde su nacimiento, como un más que digno representante de esa variante, todavía no demasiado extendida aunque sí crecientemente demandada, que representan los cavas rosados.


Los catadores de postín no manifiestan demasiado entusiasmo por este rosé, pero sí han coincidido (yo diría que sospechosamente) al destacar sus principales vicios y virtudes: "Sabroso, pero sin gran complejidad. Interesante por su originalidad" (Víctor de la Serna, Juancho Asenjo y Ernestina Velasco, elmundovino.com); "Sin mucha complejidad pero original en su resultado" (Demos Bertran, elvi.net). Así que hay algo que parece obvio: a falta de complejidad, en este caso se valora la originalidad. ¿Por qué?

Porque hablamos de una rara avis: 1) un cava monovarietal elaborado con trepat, la uva autóctona de la Conca de Barberá, principalmente destinada a producir vinos rosados (aporta poco color) y, en menor medida, tintos, que en el Penedés se emplea para colorear los rosé; 2) un brut reserva, lo que significa (oficialmente) que su contenido en azúcares no supera los doce gramos por litro y que su crianza en botella puede variar entre los quince y los treinta meses aunque, en este caso, sus poco menos de seis gramos de azúcar por litro y sus treinta y seis meses de estancia en rima lo aproximan (extraoficialmente) a un extra brut gran reserva; y 3) un gran cuvée, francesada adoptada de las clasificaciones achampanadas que aquí alude, más que a la procedencia de distintos vinos o distintas añadas, a la cuidadosa selección de sus mostos.

Por tanto, el mayor mérito que cabe atribuirle a la Heretat Mas Tinell sobre el particular es la decidida apuesta por una variedad autóctona, algo que (mucho me temo) tiene más que ver con una impulsiva estrategia empresarial (la bodega ha dejado de estar controlada por un grupo francés para volver a manos españolas) que con una madurada decisión vitivinícola. En cualquier caso, importa subrayar que, según los que saben de esto, de la trepat "se obtienen vinos rosados destacables, de moderada graduación alcohólica, frescos, ligeros y afrutados, de un color rosáceo-frambuesa, limpio y luminoso"; y eso, junto al carbónico y sus azúcares correspondientes, es lo que guarda la botella de este Brut Rosé Reserva, aunque algunos se empeñen en descubrir (de nuevo, sospechosamente) sorprendentes coincidencias.

El citado trío de elmundovino.com aprecia "anís e hinojo en nariz, marcadamente balsámica, con algo de masa de pan". A Bertran también le dan en la napia "sensaciones balsámicas con predominio de notas anisadas y algo de hinojo, suaves levaduras húmedas, recuerdos de panadería". Y a Juan Cuatrecasas, más de lo mismo: "matices balsámicos, levaduras y suaves toques de flores blancas y rojas. Peculiar perfume, que llega muy marcado por conceptos anisados". Por último, la gente de enterwine.com certifica esta asombrosa unanimidad: "alguna sensación floral y toques herbáceos con los matices propios de una crianza de tres años en rima, de donde se adivinan notas de lías finas entre recuerdos de pastelería, algunas fragancias especiadas y delicadas balsámicas anisadas". Visto lo visto, me gustaría saber quién es el gracioso que se atreve a negar el anís, el hinojo, los balsámicos y el pan en la rosada copa de flauta. Desde luego, no seré yo.


Heretat Mas Tinell Brut Rosé Reserva

2008

Trepat

36 meses en botella

12% alcohol

DO Cava

Heretat Mas Tinell, Vilafranca del Penedés, Barcelona, Cataluña, España