14.5.14

Borsao Barrica 2010

Cuando a Luis Tolosa le preguntan por uno "bueno" y "a precio de bolsillo", responde sin titubeos: "Cualquier vino de Borsao". El autor de Los Supervinos lleva ya algún tiempo señalando a la bodega borsaonense como una de las indiscutibles reinas del mercado low-cost pero no trabaja solo en el empeño. Papá Robert Parker ("Posiblemente el mejor vino tinto del mundo en su relación calidad precio”) y mamá Jancis Robinson ("Es el mejor vino tinto por este precio") también se han deshecho en elogios hacia los caldos zaragozanos, principalmente destinados a su Tinto Selección; y antes y después de ellos, una legión internacional de entusiastas imposible de citar aquí ha hecho lo propio. Sea como fuere, lo incuestionable a estas alturas es que Borsao se ha convertido en el motor de ese oficioso "imperio de la garnacha" que se cultiva en el Campo de Borja y en una marca respetada desde todos los niveles del escalafón enológico mundial.


La Cooperativa de Borja y la marca Borsao datan de 1958 pero no fue hasta 2001, con la unión de las cooperativas de Pozuelo y Tabuenca, cuando la empresa tomó su forma definitiva, agrupando a más de seiscientos socios que decidieron unir sus recursos humanos y, sobre todo, sus viñedos, que juntos superan un tercio de la totalidad de la Denominación de Origen Campo de Borja, cuya superficie está ocupada en un sesenta por ciento por cepas de garnacha.

La garnacha es, como bien saben los teóricos del postureo, la variedad de moda en las espurias pasarelas del vino desde que los caprichosos cazadores de tendencias han fijado su mirada en unas cepas de origen aragonés que venían de atravesar un bochornoso desprecio finisecular. Para quienes aún no se hayan coscado, la garnacha se encuentra entre las más antiguas especies de la (intra)historia vinícola y, bajo sus múltiples denominaciones, ha terminado convirtiéndose en la uva tinta más plantada en el mundo, como culminación al proceso expansivo iniciado por el reino de Aragón en el siglo XIX, que la llevó hasta el valle del Ródano, Italia y Cerdeña.

Bodegas Borsao posee en la actualidad cerca de dos mil quinientas hectáreas de viñedos situadas en el noreste de la provincia de Zaragoza y protegidas por las laderas y ondulaciones del Moncayo, que doman el cierzo del norte que infunde carácter a sus uvas. Al estar situada entremares, la región se ve afectada por un clima continental con inviernos de influencia atlántica, fríos y ventosos, y veranos de influencia mediterránea, protagonizados por las altas temperaturas. Y esos contrastes térmicos (día-noche, verano-invierno) ayudan a definir la acidez, el color y los taninos de una gama de vinos basados en la garnacha, algunos de ellos al cien por cien.


El tabernero me ha dado a probar hoy una de sus baratijas, Borsao Barrica 2010, un coupage de garnacha (60%) y tempranillo (40%) con una crianza en roble de alrededor de medio año. Me lo ha servido al tiempo que me relataba, como quitándole (y quitándose) importancia, que lo echó un día al carro de la compra (en Mercadona, donde se vende en exclusiva) mosqueado por la avalancha de alabanzas que le llovían desde todos lados a la bodega de Borja; y que había llegado la hora de hacerle un buen examen... oral, por supuesto. Pero, como a mí a la hora de esbozar notas de cata me da la risa, cedo el asunto a narices más entrenadas.

Luis Javier del Valle Vega escribe Dendecagüelu con todo lujo de detalles: "Fase visual: Color granate burdeos, sin irisaciones, de dos capas. Limpio y sin anomalías. Lagrimeo de caída media, en forma acampanada. Fase olfativa: En copa parada no muestra una gran intensidad. En copa movida, se muestra mucho más expresivo, con una buena carga frutal, de gama roja, que envuelve un correcto paso por madera con más presencia de lo deseado, que deja transmitir un leve fondo mineral y balsámico. Fase gustativa: Con entrada en boca agradable, buen cuerpo, buena estructura y correcta acidez; en su paso se muestra mucho más potente que su nariz manifestaba, afrutado y con una maduración menos agresiva de lo esperado, glicérico y con un final untuoso que deja buena carga mineral y balsámica. De persistencia media alta, en retronasal pervive su paso por barrica y en retrogusto su untuosidad balsámica".

A mí, a fuer de ser sinceros, tanta palabrería me parece una pasada para un vino que cuesta poco más de dos euros. Para esta gama de caldos, prefiero apreciaciones como la que se da en el blog Nuestra visión del vino: "No es un vino que pasará a la historia. Pero este tiene la mejor relación calidad-precio que nosotros hemos visto en un vino. Seguro que hay garnachas mejores, pero tal vez cuesten diez veces más". O la que apunta Ismael en El vino y mis historias: "La verdad es que está bastante bueno y teniendo en cuenta su precio, poco más se puede pedir". Pues eso.


Borsao Barrica

2010

Garnacha y Tempranillo

Entre 6 y 8 meses en barrica

14% alcohol

DO Campo de Borja

Bodegas Borsao, Borja, Zaragoza, Aragón, España