27.5.14

Ni sí ni no sino todo lo contrario

La comunicación y el vino son dos insaciables chupópteros que tanto me dan como me quitan. Resumiendo: tiempo, dinero y relaciones. Por separado, me seducen. Juntos (y revueltos), me resultan irresistibles. Por eso, se me hace la boca agua cuando me topo con un titular como 'La información y la venta de vino, directamente relacionadas', aunque al cabo termine descubriendo que solo se trata de un espejismo en medio del desierto (des)informativo.


La ilusión pasajera se la debo, una vez más, a Castro Galiana, una empresa dedicada a la elaboración de informes de medios y al asesoramiento comunicativo de bodegas. El tabernero me ha pasado hoy, para que le echara un ojo, la última comparativa efectuada por la consultora valenciana, que relaciona la presencia mediática de los vinos de Castilla y León (pertenecientes a las denominaciones Bierzo, Cigales, Ribera del Duero, Rueda, Tierra de León y Toro) en los años 2012 y 2013 con las cuotas de venta computadas por la encuesta Nielsen en esos dos años, facilitadas recientemente por el gobierno castellanoleonés.

De entrada, la cosa prometía, aunque doña obviedad se adueña rápidamente del argumentario: "La imagen del vino entre los consumidores es fruto de una comunicación sostenida durante largos periodos de tiempo y estimamos que incrementar o reducir los esfuerzos de comunicación ha de incidir necesariamente a medio y largo plazo en el nivel del consumo". No debemos olvidar que el artífice del informe es, en este caso, juez y parte, pues se gana la vida proponiendo estrategias comunicativas. Por eso, hasta aquí, todo es perfectamente entendible. Sin embargo, en el siguiente punto, aparece el desconcierto: "Detectamos una alta proximidad entre las ventas y la penetración que alcanzan en prensa los vinos tintos y rosados de Castilla y León; mientras que los blancos de la región se venden en mucha más proporción que la notoriedad que alcanzan en los medios". ¿Mande?

O sea que han realizado un análisis cuya conclusión es que no hay conclusión, pues en unos casos la presencia mediática va pareja a las ventas pero en otros no, que es tanto como decir que la penetración en la prensa y el éxito comercial no tienen absolutamente nada que ver. Una deducción que sitúa en una delicada tesitura a la empresa y que, por el camino, arruina la tesis defendida en el titular y la entradilla del trabajo: la presencia mediática de los vinos de Castilla y León guarda una relación directa con las ventas de algunos tipos de vino e indirecta con las del resto, como aclara el propio informe: "Si se considera la cuantía proporcional de sus ventas, observamos en la DO Rueda una discreta política de comunicación. En el caso de Ribera del Duero y de otras denominaciones es mucho más paralela su presencia mediática y sus niveles de ventas".


No obstante, Castro Galiana sigue barriendo para casa, pese a las notables evidencias: "La prensa en España ha destinado en 2013 más de tres mil páginas no directamente publicitarias [ejem] a glosar catas, bodegas, personalidad de los elaboradores, eventos y también a resaltar la incidencia económica del sector; por lo tanto es un medio fundamental a la hora de amplificar esa propagación del vino". ¡Pero cómo! ¿No habíamos quedado en que unas veces sí y otras no? A ver si nos aclaramos.