23.1.14

La barra de Erlich

Me gusta desayunarme cada mañana contemplando la viñeta de Bernardo Erlich en El País porque soy adicto a su alegre pesimismo, a su congénita alergia a los lunes y a sus cínicas reflexiones tabernarias, que tanto se asemejan a mi día a día. Es rara la semana en la que este ilustrador y humorista gráfico, argentino de Tucumán, no sienta a alguno de sus personajes ante la barra de un bar para que descargue, ante el bebercio cotidiano, sus cuitas. Solo en lo que va de año, ya son cuatro las estampas que se suceden con vasos y copas de por medio; y su interés va in crescendo, según el parecer de mi tabernero de cabecera, que hoy ha estado regocijándose ante ellas.