11.1.14

Callejeando con el tío Drew

Ayer, mientras me daba, como de costumbre, a la bebida, en el televisor de la taberna pasaban un spot publicitario emitido por un canal yanqui de esos que entienden la vida como espectáculo perpetuo. Al finalizar la películita me cosqué de que se trataba de una estratagema para vender al populacho norteamericano la Pepsi Max Zero Calories, aunque este hecho no empaña el goce que sentí mientras contemplaba el show.



Se trataba (luego lo supe) del tercer capítulo de 'Uncle Drew', una serie de cortometrajes escritos y dirigidos por Kyrie Irving, la estrella que más brilla en el firmamento de los Cleveland Cavaliers de la NBA, en la que el jugador de origen australiano se hace rodear de otros colegas de profesión para dar rienda suelta a su callejera pasión deportiva con la (mal)sana intención de burlarse de sendas pandillas de baloncestistas amateurs simulando ser un hatajo de viejales.


En ese último episodio aparecen también el dunker de los Denver Nuggets, Nate Robinson, y la exjugadora del Ros Casares valenciano Maya Moore; y en el anterior, Bill Russell, leyenda viva de los Boston Celtics, y Kevin Love, infalible tirador de Minnesota Timberwolves. Todos ellos contribuyen a engrandecer una serie que nació en la primavera de 2012 con la solitaria presencia de Irving como anciano impostor y que va camino de convertirse en fetiche para los coleccionistas de grandes emociones deportivas.