3.1.14

El Alma del Vino (y sus flores marchitas)

De: Bacorro


Admirado Juan:

¿Cómo se te ocurre despedir el año pergeñando un ditirambo sobre una añada histórica del que Wine Spectator ha distinguido como mejor vino del mundo mundial en 2013 y colarnos, entre lisonjas y requiebros, que en nariz fundamenta "flores marchitas"?

A estas horas todavía imagino a los capitostes de la Compañía Vinícola del Norte de España (CVNE para el vulgo) y a los redactores de la concluyente revista norteamericana arrastrando las napias cual sabuesos intentando descubrir en los hermanos de sangre del Imperial Gran Reserva de 1981 que cataste junto a Chus Madrazo ese mustio aroma floral que a ti te sobrevino tan nítidamente, aunque tengo para mí que les va a costar Dios y ayuda.

Espero que sepas disculpar mis reparos pero parece harto incongruente que un vino que se podría calificar, según tú, "sin desmayo, como eterno, descatalogable por su brillantez, fuera de serie, marcado con una prodigiosa viveza y una sedosidad en el avance por boca, que lo convierte en estelar"... un vino "emocionante, intenso, repleto de condición"... un vino "más que muy recomendable"... un vino, en fin, "necesario", huela a flores marchitas.

Por cierto, agradecería sobremanera que en alguna de tus próximas lecciones magistrales indicaras la institución que imparte el máster en aromas florales marchitos que avala tus profundos análisis y, de paso, que me distinguieras (si no es mucho pedir) con una sucinta relación de las diferencias entre el aroma a flores frescas y el de las flores marchitas en el vino, pues los neófitos como yo necesitamos un refuerzo de garantía para potenciar nuestros (escasos) conocimientos enológicos.

Por último, has de saber desde ya que pertenezco a esa recua de asnos a los que aludes sin compasión en tu brillante panegírico y que me cuesta entender algunas de tus expresiones: sin ir más lejos, la que da pie a tu categórica descalificación: "Me hacen gracia [aseguras, con pose de truhán] los que ríen cuando defino un vino como sensual, tal vez sea que como bien dice el refrán 'no está hecha la miel para la boca del asno', ó eso ó que la sensibilidad, por desgracia; no está al alcance de todos".

En espera de mayor abundamiento, recibe un cordial saludo de tu borrico (y sin embargo meloso) lector, Bacorro.


P.S.: Revisa sin demora el relajado uso que haces del punto y coma (y de la coma y de la acentuación y de todo aquello que te parezca revisable) en cualquier manual de ortografía que te pille a mano: tus peroratas y tus impenitentes lectores te lo agradeceremos infinitamente.