25.3.14

Talaia Crianza 2010

Bodega Crayón es un proyecto (muy, muy) joven que se inscribió en la competitiva liga de Ribera del Duero hace ahora un lustro pero al que en solo cinco campañas ya ha dado tiempo a conseguir algunas victorias sonadas, como la de aquella velada arandina en la que se impuso por nocaut (y a ciegas) a algunos pesos pesados de ayer (Pesquera, Matarromera), de antesdeayer (Balbás) y de hoy (Sentido, Valdubón).


Sus vinos se baten el cobre bajo la denominación comercial Talaia, (presunta) aféresis de "atalaya" convertida en el fitónimo que sirve en las tierras castellanoleonesas para referirse al roble joven, la noble madera desde la que mejor se vislumbra el devenir de la enología; y su púgil más en forma a día de hoy es Talaia Crianza, un espécimen hecho a imagen y semejanza de su enólogo, Ernesto Peña, preparador igualmente de algunos de sus competidores directos.

Procedente de viñedos mayores de edad crecidos en suelos arcillocalcáreos con fondo cascajoso permeable de parcelas situadas en Moradillo de Roa y La Horra (Burgos), los racimos de tinto fino que sirven como materia prima para la elaboración de este sorprendente vino, al que me enfrento en mi querido ring tabernario en un combate sin daños a terceros, fueron vendimiados entre el 8 y el 13 de octubre de 2010. Tras una maceración prefermentativa en frío, las autóctonas uvas ribereñas realizaron su fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable y la fermentación maloláctica (a medias) en madera y acero, antes de madurar durante catorce meses en barricas de roble francés y americano, repartidas en porcentajes de 60-40. En ellas tomó cuerpo el caldo justo para embotellar 9.800 unidades, una (más que) prudente producción que sus artífices recomiendan consumir (tirando muy por lo largo, pues carecen de perspectiva) en sus primeros quince años de vida.

La nota de cata oficial define a este Talaia Crianza (y lo define bien) como un vino "granate intenso y limpio, con tonos violáceos" de capa "muy alta y brillante". De la fase olfativa, queda referido que es "delicada, compleja y persistente, mezclando la fruta madura, grosella negra, notas minerales, especias y elegantes tostados", añadiendo que al final aparecen "notas de pan tostado y tabaco envolviendo la fruta madura". Resumiendo: "Buen recorrido aromático, con una intensidad alta inicial, que aumenta incluso según se va oxigenando".

En boca, la bodega asegura que su máximo exponente es "potente y rotundo, con fruta negra compotada, donde domina la grosella, envuelta en trazas minerales", y arriesga su credibilidad al ensalzarlo como "un vino complejo con multitud de matices", en el que "de la fruta pasamos a los aromas minerales de terruño, para finalmente descubrir los frutos de la crianza en roble".

Aunque es en el punto final donde cabe ponerle el principal pero (subjetivo, eso sí) al catador de la casa, que concluye su nota con lo que según mi parecer es un inadmisible oxímoron: "Posee un intenso retrogusto aromático que permanece largo tiempo en la boca, recreando los aromas minerales y tostados del vino". Y digo inadmisible oxímoron porque soy de los que suscriben al pie de la letra la aguda distinción entre posgusto y retrogusto que Mauricio Wiesenthal y Francesc Navarro legaron a la posteridad en su delicioso Todo lo que debes saber sobre el vino para impresionar en la mesa a tus amigos: el primero es entendido como el "aroma y sabor que permanece en la boca en la vía retronasal después de tragar el vino", mientras que "cuando lo que permanece en boca es desagradable, no se llama posgusto sino retrogusto". O sea, lo que deja Talaia Crianza (con permiso de aquellos que saben más que yo, que son casi todos) es un provechoso posgusto, que va camino de convertirlo en eso que en la industria anglosajona del entretenimiento se conoce como 'sleeper hit': el éxito inesperado de un producto escasamente promocionado y de discreto estreno.


Talaia Crianza

2010

Tempranillo

14 meses en barrica de roble francés y americano

14,5% alcohol

DO Ribera del Duero

Bodega Crayón, Aranda de Duero, Burgos, Castilla y León, España